lunes, 6 de septiembre de 2010

Salud Ocupacional

Protección para la cara y la vista



Prevenir los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales es cosa de todos. En este sentido, la empresa está obligada a disponer puestos de trabajo seguros, con máquinas y herramental adecuados.

El trabajador, por su parte, tiene la obligación de utilizar los medios de protección puestos a su disposición y debe cumplir escrupulosamente las normas de trabajo. No se debe hablar de normas de seguridad, diferenciándolas de las normas de trabajo, ya que ambas son una misma cosa, porque sólo existe una forma de realizar una tarea correctamente, la forma segura.

La mayor parte de los accidentes que lesionan la cara o los ojos pueden evitarse utilizando protecciones personales, (pantallas faciales, gafas, capuchas...) seleccionadas según sea el riesgo de lesión al que está expuesto el trabajador; proyecciones, salpicaduras de productos químicos o líquidos calientes, radiaciones, cortocircuitos, etc.

Lesiones por impacto:

Los impactos contra la cara o los ojos provocan con frecuencia heridas graves, y pueden ser producidos por partículas o fragmentos proyectados violentamente. El origen de tales partículas o fragmentos puede estar en diversos factores, a continuación algunas situaciones que pueden provocar proyecciones:

 Rotura de una muela esmeril, rotura de un cristal, virutas procedentes del torno, esquirlas procedentes de la fresadora.
 Esquirlas que saltan de una herramienta de mano (cincel, punzón,
destornillador, cuchilla, astillas que saltan al romperse un tablón, etc.)
 Es fundamental utilizar gafas de seguridad con protecciones laterales o pantallas faciales, resistentes a estos impactos.

Lesiones por productos químicos:

Los ácidos producen en frío, los mismos efectos que los líquidos hirviendo. Una sola gota puede producir una úlcera sobre la córnea que más tarde dará lugar a una cicatriz. Si la quemadura por ácidos se produce en las zonas próximas a los ojos, se pueden producir lesiones que deforman los párpados.

Las bases pueden producir lesiones incluso más graves que las de los ácidos. Unas pocas gotas pueden empañar para siempre la córnea y producir con el tiempo la soldadura del globo ocular y el párpado.

Es conveniente disponer de un lavaojos de emergencia, donde exista riesgo de lesiones oculares por productos químicos.

Lesiones por líquidos, vapores calientes y metales en fusión:

Los líquidos o vapores calientes que no contengan ningún producto químico activo, producen daños debidos a los efectos del calor. Las quemaduras en los ojos son similares a las que producen en otras partes del cuerpo. Algunas veces la córnea no se cura totalmente y queda empañada con una importante disminución de la capacidad visual.

Los metales en fusión provocan gravísimas lesiones; una sola gota puede atravesar la córnea de parte a parte y destruir el ojo, además de producir serias quemaduras en la cara.

Lesiones por radiaciones nocivas:

Ciertas radiaciones luminosas son nocivas tanto para la vista como para la piel, sirvan como ejemplo los rayos ultravioletas, rayos solares y los que se producen en la soldadura eléctrica, que causan fuertes inflamaciones de la conjuntiva y de la córnea, así como quemaduras en la piel. Los efectos producidos por estas radiaciones no se manifiestan inmediatamente, a veces tardan varias horas en aparecer.
Los rayos infrarrojos, cuando su intensidad es elevada, pueden producir daños en las zonas superficiales del ojo y deslumbramientos acompañados de vértigos y mareos.

Protección contra radiaciones nocivas:

Cuando existe riesgo de exposición a radiaciones nocivas para los ojos, deben utilizarse gafas de seguridad con cristales filtrantes o caretas especiales con visor filtrante. La elección de los cristales filtrantes más adecuados a cada caso, debe realizarse con sumo cuidado.

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